Percebeiros de A Coruña
Durante dos días hemos acompañado a un grupo de percebeiros de A Coruña durante su jornada de trabajo. Su horario, al igual que el de otros trabajos relacionados con el mar, depende de las mareas y empiezan a faenar desde aproximadamente dos horas antes hasta dos horas después de la bajamar, siempre que el estado del mar y las condiciones meteorológicas lo permitan.
A pesar de que hemos tenido suerte y han sido un par de días con el mar bastante tranquilo, hemos podido ver la dificultad y el riesgo que entraña su trabajo, teniendo que estar acercándose y alejándose de la ubicación deseada, escapando de las olas más grandes, para obtener el percebe que puede estar allí sin ser arrastrados o golpeados contra las rocas por la fuerza del mar.
Esto conlleva la dificultad añadida de tener que mantener la concentración, a pesar del agotamiento físico que va haciendo mella en ellos, mientras pasan las horas de trabajo, concentración necesaria para estar pendientes en todo momento de las olas y de la evolución de la marea, así como de sus compañeros por si alguno estuviera en apuros.
Al hilo de las dificultades y peligros de su trabajo, nos recuerdan a algunos de los que ya no están con ellos y, aún con cierto humor uno de los percebeiros aprovecha nuestra compañía para pedirnos que le hagamos fotos, ya que cualquier día a él también se lo va a llevar el mar y quiere dejar algún recuerdo de que estuvo aquí, luchando por los suyos.
Conforme van pasando las horas y con esfuerzo van recogiendo los percebes, que serán el sustento de sus familias, en los sacos que llevan amarrados a la cintura.
Una vez que la marea ya ha subido demasiado para seguir trabajando, vuelven a la costa, si bien nos ha sorprendido ver que, a pesar del trabajo realizado, algunos de ellos no vuelven en la lancha, sino que regresan a la costa a nado.